
En la actualidad, las investigaciones científico-médicas confirman esta relación entre salud, alimentación y fertilidad. El cuerpo humano necesita el aporte de concentraciones óptimas de nutrientes esenciales a través de la alimentación, necesarios para que la fertilidad funcione correctamente. ¿Te interesa saber más? ¡Continúa leyendo!
El porcentaje de infertilidad en España es del 15 al 17%.
De este porcentaje, un 40% de los casos de infertilidad se deben a problemas de causa masculina, otro 40% a problemas de causa femenina y el 20% restante a causas mixtas.
Una de las causas principales de este aumento en los problemas de fertilidad se debe a la adopción de malos hábitos alimentarios, incrementando así el número de personas con malnutrición. Además, también incluyen otros factores:
Cómo afecta una mala alimentación a la fertilidad de la mujer
En la edad: factor más importante, relacionado con la baja reserva ovárica y la fertilidad. La cantidad de ovocitos está condicionada desde que nacemos y al llegar a los 37 años desciende de forma acentuada. Por lo tanto, con el paso de los años la cantidad y la calidad de estos óvulos disminuye más rápidamente si nuestra nutrición a sido mala a lo largo de nuestra vida.
Problemas hormonales: El estrés, las emociones, la alimentación y el sedentarismo, entre otros, pueden impactar y generar cambios en el sistema hormonal provocando problemas en la ovulación. Uno de los casos más conocidos es el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). Llevar a cabo un estilo de vida saludable ayuda el funcionamiento de los ovarios.
Endometriosis: Consiste en la migración de tejido endometrial del útero a otra parte del cuerpo pudiendo comprometer al desarrollo folicular, la ovulación, el desarrollo embrionario y la implantación, ocasionando dolor e inflamación. Para disminuir los síntomas se aconseja ingerir alimentos antiinflamatorios como: pescado azul, frutos secos, frutas, verduras, especias…
Baja reserva ovárica: Mujeres jóvenes también pueden tener baja reserva ovárica. Puede ser debido a intervenciones quirúrgicas en el ovario, problemas inmunológicos como la tiroiditis autoinmune, tratamientos de quimioterapia o incluso ser una causa hereditaria.
En factores psicológicos:
Con estrés: Es uno de los factores más negativos que aparecen en las parejas que quieren concebir. El hipotálamo es la glándula que controla las hormonas reproductivas, pero es extremadamente sensible al estrés. Por lo tanto, una situación de ansiedad o estrés comunican al hipotálamo que la ovulación se puede suspender (los niveles de estrógenos son tan bajos que no hay ovulación). La mala nutrición y la falta de ejercicio pueden incrementar el nivel de estrés en ciertas situaciones.
En factores ambientales
Tabaco: Es uno de los agentes externos que más repercute en la salud reproductiva de hombres y mujeres. Si quieres preservar tu fertilidad y evitar posibles problemas en un embarazo debes dejar de fumar.
Alcohol: En las mujeres el consumo de alcohol se relaciona con problemas ovulatorios que pueden alterar el ciclo hormona.
Ejercicio y actividad física: La práctica de deporte no solamente ayuda a mantener un peso saludable sino que mejora la circulación sanguínea, mantiene unos niveles estables de azúcar en sangre y ayuda a regular las endorfinas (hormona de la felicidad y el bienestar).
Disruptores endocrinos (EDC): Son moléculas químicas que interfieren con las funciones hormonales y pueden alterar el sistema reproductivo. Los más conocidos son los plásticos, pesticidas y metales pesados presentes en envases, alimentos o en el ambiente.
Alimentación y fertilidad van de la mano, nutrirse de forma adecuada es clave para el correcto funcionamiento del organismo además del sistema reproductor. Una mala alimentación puede afectar negativamente tanto a hombres como a mujeres que quieren concebir. Por todos estos factores, en ovodonas queremos transmitir el valor que tiene un óvulo, y la necesidad creciente de que existan donantes para conseguir cumplir el sueño de ser mamás a mujeres que no pueden tener esa suerte sin ayuda. ¡Tu puedes ser donante! si tienes dudas sobre el proceso de donación o las pruebas que te realizamos no dudes en llamarnos.